Y no fue diferente con este blog. Se quedó.
Y usted, señor, señora o como quiera llamarse, no me puede decir que no.
Yo ayer miraba por la ventana y pensaba: "¿Cuanto faltará para que llegue Papá Noel y nos confiese a todos que la guerra en Irak es una mentira?"

Gracias, botijas!!
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